Cuba 2012 - La experiencia Buenavista Social Club.
Buena Vista Social Club, es un club en La
Habana. También es el título de un álbum de música cubana producida por
Ry Cooder y un documental de Wim Wenders. La Habana - Buena Vista Social
Club (o mejor dicho Club Social Buena Vista) era una sociedad habanera
para personas de raza negra, muy famosa en las primeras décadas del
siglo XX, a la cual le dedicaron dos piezas musicales Arsenio Rodríguez
(Buena Vista en guaguancó) e Israel López "Cachao" (Club Social Buena
Vista). Inspirado en ese título, Juan de Marcos González conformó una
orquesta llamada Afro Cuba All Stars y grabó tres discos, uno de ellos
titulado "Buena Vista Social Club", la llama que estalló y logró un
Grammy en la categoría de música tradicional en 1998. Un triunfo que
sirvió para que el éxito se regara como pólvora e impulsara el
renacimiento del son y la trova tradicional de fin del milenio, como uno
de los fenómenos más destacados del siglo.
En 1995, el director del grupo Sierra Maestra, Juan de Marcos González viaja a Londres con el fin de promover el disco Dundumbanza. Conversa con el presidente de la World Music, Nick Gold, le expone la idea de producir un disco con un “ven tú” (una selección All Stars de la vieja guardia) de algunos músicos consagrados y algo olvidados y rescatar el sonido de las grandes big bands de jazz afrolatino como Machito y los afrocubans. Rápidamente Juan de Marcos organiza en La Habana, a su regreso, una nueva orquesta, la Afro Cuban All Stars. Entre algunas de las muchas figuras se encontraban Compay Segundo, Ibrahím Ferrer, Manuel Licea (Puntillita), José Antonio (Maceo), Pío Leyva, Raúl Planas. Músicos de la talla del Guajiro Mirabal, Javier Zalba, Orlando López (Cachaíto), Rubén González, Miguel Angá. Se graban con esta orquesta "Buena Vista Social Club" y "A toda Cuba le gusta" en 1997. Ambos son nominados. Finalmente el primero —que estaba tocado por la magia— se alza con el Grammy 1998 en la categoría de música tradicional. Comienza la leyenda, la popularidad, la fama mundial. En 1999 llega "Distinto, diferente".
Le sigue el documental Buena Vista Social Club, de Wim Wenders. Los discos escalan el top de la revista Billboard, en Estados Unidos. Los contratan para los salones y teatros más prestigiosos del planeta viajan por los cinco continentes, desde la Tierra Santa a las Murallas de China, de Australia a la Patagonia. Desde todo el mundo visitan a La Habana fotógrafos, cineastas, periodistas, guionistas, investigadores, cronistas, musicólogos, investigadores, todos los interesados en la música cubana. Cuba vuelve a ponerse en el mapa musical mundial, en el que siempre estuvo. Anteriormente había surgido en La Habana el boom de la salsa cubana. Cuba rompía el bloqueo musical impuesto por la industria de la música y el disco.
Hoy día, si bien muchas de sus estrellas han fallecido y dejaron un gran vacio en la orquesta, el que tenga la oportunidad de ver alguno de sus shows en vivo, podrá vivir una experiencia única, llena de ritmo, alegría, buenas vibras y una historía rica en enseñanzas. Gracias Buenavista, gracias Cuba.
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